La vida humana, con sus innumerables dificultades, tiene por objetivo, en el orden de la sabiduría eterna, la educación de la voluntad.
La dignidad del ser humano consiste en hacer lo que él quiere, y en querer el bien, conforme a la ciencia de la verdad. El bien conforme a la verdad es lo justo.La justicia es la práctica de la razón.
La razón es el verbo de la realidad.
La realidad es la ciencia de la verdad.
El hombre puede llegar a la idea, absoluta del ser por dos caminos, la hipótesis y la experiencia.
La hipótesis es probable, cuando se hace necesaria para las enseñanzas de la experiencia; es improbable o absurda cuando estas enseñanzas la rechazan.
La experiencia constituye la ciencia, la hipótesis es la fe.
La verdadera ciencia admitirá necesariamente la fe; la verdadera fe contará necesariamente con la ciencia.
Pascal blasfemaba contra la ciencia al decir que, mediante la razón, el hombre no podía llegar a conocer ninguna verdad.
Pero también Pascal murió enloquecido.
Voltaire no blasfemaba menos contra la ciencia, al declarar absurda toda hipótesis de la fe, y no admitir, como guía de la razón, más que el testimonio de los sentidos.
Pero también es preciso constatar que las últimas palabras de Voltaire nos han dejado esta formulación contradictoria:
DIOS Y LIBERTAD
Dios, es decir, un supremo Maestro: con lo cual quedaría excluido todo ideal de libertad, tal como la entendía la escuela de Voltaire.
Y, por otra parte, la Libertad, es decir, una independencia absoluta de todo maestro, con lo cual se excluye toda idea de Dios.La palabra DIOS expresa la suprema personificación de la ley y, por consiguiente, del deber;
ahora bien: si por LIBERTAD se entiende, como es nuestro pensamiento, el DERECHO DE HACER SU DEBER, entonces tomaremos como nuestra divisa y repetiremos sin contradicción y
sin error:
DIOS Y LIBERTAD
Dado que no existe verdadera libertad para el ser humano sino dentro del orden que resulta de la verdad y del bien, podemos afirmar que la conquista de la libertad es el mayor trabajo del alma
humana. Al liberarse de las bajas pasiones y de su servidumbre, en cierta forma el hombre se crea a sí mismo por segunda vez. La naturaleza le ha dado la vida y el sufrimiento, pero es él quien sehace dichoso e inmortal. Es así como puede llegar a convertirse en el representante de ladivinidad sobre la tierra y ejerce en ella su relativo dominio, que es todopoderoso a su manera.
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